Este viernes 8 de marzo, La Laguna fue testigo de una movilización histórica de mujeres que alzaron su voz en la Marcha "¡Grita Fuego, Hermana! 8M". Convocadas por colectivos feministas, las calles se vieron inundadas de manifestantes que partieron desde el Parque Victoria en ciudad Lerdo, con destino final en la Plaza Mayor de Torreón.
Desde tempranas horas, la energía y la determinación de las participantes fueron evidentes. En un recorrido planificado meticulosamente, el contingente avanzó por diversas arterias de la región, sumando más mujeres a su paso. Desde Gómez Palacio hasta Torreón, el mensaje de justicia y equidad resonó con fuerza.
La marcha no solo fue un acto de protesta, sino también un espacio de expresión artística y solidaridad. En cada paso, se hicieron presentes manifestaciones culturales y muestras de apoyo entre las participantes. La danza azteca del grupo Calmecac, por ejemplo, marcó un ritual previo de conexión y fuerza.
La presencia policial también fue notoria, con más de 150 elementos desplegados para garantizar la seguridad de las manifestantes. Este operativo, pensado para mantener un ambiente tranquilo y seguro, refleja la importancia y la relevancia de estas movilizaciones en la agenda pública.
La Plaza Mayor de Torreón fue el punto culminante de la marcha, donde las mujeres se congregaron para realizar diversas actividades y pronunciamientos. Desde presentaciones artísticas hasta discursos de colectivos como "Mujeres que luchan por Mujeres", el espacio se convirtió en un símbolo de resistencia y empoderamiento.
Sin embargo, el ánimo de la marcha se vio empañado por la presencia de vallas instaladas en la explanada. Estas barreras provocaron el malestar de las manifestantes, quienes realizaron varios intentos por derribarlas, desencadenando una confrontación con las fuerzas policiales que resguardaban el lugar.
A pesar de los esfuerzos de algunas mujeres por penetrar las vallas, la policía logró detenerlas, sin que se reportaran personas lesionadas hasta el momento.
La Marcha del 8M en La Laguna no solo fue una demostración de fuerza y solidaridad, sino también un recordatorio de que la lucha por los derechos de las mujeres continúa. En un día marcado por la resistencia y la determinación, estas voces se alzaron más fuertes que nunca, exigiendo un cambio real y duradero en la sociedad.
Con información de Edith González