El gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís insistió en que durante su administración se efectuaron dos reestructuraciones de la deuda pública, pues las condiciones de arranque de su gestión le impedían abonar a capital y conforme se captaron más recursos propios, también aumentaron los recortes presupuestales a cargo de la Federación, por lo que tocará al gobierno de Manolo Jiménez tomar decisiones en cuanto a este asunto.
Tras dar a conocer, una vez más, que ya todo se encuentra dispuesto para que el día 9, ante el Congreso del Estado de Coahuila, rinda su sexto y último informe de gobierno, el mandatario saliente insistió en que lo captado en recursos propios se aplicó en obra pública y acciones de seguridad de lo que hará un recuento en su próximo acto de rendición de cuenta, y cuestionado acerca de la situación que le tocará afrontar a la administración estatal entrante, dijo que aún no está claro el cierre financiero del sexenio, pero no descartó que hagan uso de créditos de corto plazo para cumplir sus primeros compromisos, incluidos sueldos y pago de aguinaldo:
"Finalmente, el estado siempre ha tenido que recurrir a los créditos de corto plazo para enfrentar el flujo necesario de los meses de diciembre y enero. Yo todavía no me adelantaría porque creo que falta este periodo de recaudación y falta también para el pago de aguinaldos".