Durante dos años, Daniel trabajó para una empresa en la Comarca Lagunera, la cual pertenece a una cadena nacional. El ambiente y la relación con sus jefes locales era cordial y jamás tuvo problemas de ningún tipo; sin embargo, cuando surgió el interés de tramitar el crédito para una casa, se dio cuenta de que en el papel su relación laboral con la empresa era bastante irregular.
"Yo estaba buscando pues la información de mis puntos para ver si ya era candidato a un crédito de Infonavit y entre mi contador y yo nos dimos cuenta que efectivamente el pago del Seguro no se estaba realizando, no se había reflejado en esos dos año que tenía yo en la empresa."
Al cuestionar a sus jefes por la falta de sus aportaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social, el personal administrativo de la empresa en la región señaló que todo eso era manejado por las oficinas centrales en la Ciudad de México, al poco tiempo se dieron cuenta que todos los que trabajaban en esa compañía en realidad laboraban para más de un patrón.
"Igual a un colega que tuvo que dejar la empresa y le pagaron su finiquito como en tres partes, tres distintas empresas le hicieron el pago de su finiquito, entonces desde ahí empiezas a ver que la empresa tiene irregularidades."
Daniel se sintió engañado por lo que decidió renunciar y comenzar una demanda ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para que la empresa pagara sus obligaciones; sin embargo, el proceso ha sido largo.
"Pues has de cuenta de que tú pones una demanda o lo que sea y es como si lo pusieras en domingo y el domingo fuera eterno, y ese domingo fuera eterno. No están obligados ni aquí ni haya en México a darle un seguimiento correcto porque pues están en pandemia."
Por casi un año Daniel acude cada tres semanas a preguntar si su demanda ha logrado algún avance, pero en cada ocasión la respuesta es negativa.