La demanda y presión de la población de La Laguna de contar con agua potable esta obligando a las autoridades a ejecutar obras que pueden provocar más problemas de los que pretenden resolver, aseguró el director del Centro de Investigación en Agua y Derechos Humanos, Miguel Ángel Hernández.
Durante el primer Foro Regional sobre Agua y Derechos Humanos que se lleva a cabo este 15 y 16 de agosto en dos universidades de Torreón, se abordó el problema del hidroarsenisismo en La Laguna, donde más del 70 por ciento de los pozos no cumplirán con las nuevas disposiciones mexicanas de arsénico en el agua que entrará en vigor el 2023.
El ponente dijo que una práctica que están ejecutando los municipios es la rehabilitación de norias cuyas aguas no son aptas para el consumo humano.
"Fueron clausuradas justamente por las altas concentraciones de arsénico y sales minerales que pone en riesgo la salud de sus habitantes. Nos preocupa mucho que en la crisis que vive la Comarca Lagunera y con acciones desesperadas se están reabriendo."