Dentro de las participaciones de los gobernadores Miguel Ángel Riquelme y José Rosas Aispuro, de Coahuila y Durango, respectivamente, externaron al Ejecutivo Federal el apoyo total para el proyecto. Además exhortaron a los sectores inconformes aceptar la obra.
En la presentación se destacó la cancelación de 160 pozos con altos niveles de arsénico, por lo que se invertirán 10 mil millones de pesos para aprovechar el agua de las Presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco para qué pueda ser potabilizada y distribuida en los 9 municipios de la Región que padecen del desabasto de agua potable.
Además se aseguró que no tendrá ningún impacto negativo para el medio ambiente.
" Vengo a decirles que no hay afectación, que no haríamos nada para afectar al medio ambiente y segundo que no se quedaría sin agua los productores, porque se va a respetar su distribución y se va invertir para tecnificación de riego en las tierras, vamos a destinar fondos para ello" fue el mensaje de López Obrador.
Advirtió "si no se va a poder o no se retiran los amparos" interpuestos por los ambientalistas y que están deteniendo el proyecto, será mejor designarán los recursos para otras necesidades, estableciendo como fecha límite para resolver la situación el domingo 3 de octubre.
" El Presidente de México no va a ser rehén de nadie por poderoso o combativo que sea " apuntó el Ejecutivo Federal.
Previo y durante la reunión a las fuera de las instalaciones de la CNA se registró una serie de protestas tanto a favor como en contra de la obra por parte de productores y ambientalistas.