Julio Alberto Villagrana Flores, tenía 23 años cuando ingresó a la Dirección de Seguridad Pública de Torreón, tenía apenas ochos meses en la corporación, cuando el 21 de marzo de 2011, fue arrestado por sus compañeros mientras se desempeñaba dentro de un operativo especial de blindaje en la zona fronteriza entre Torreón y Gómez Palacio, desde entonces han pasado 11 años y su madre Luz Flores desconoce su paradero.
"Estaba muy a gusto trabajando. Sí, pues en ese tiempo, pues no sé si usted recuerde que eran los tiempos donde estuvo muy feo. Él estaba en el Sellamiento Nazas y de ahí lo mandaron arrestar."
La vida de Luz no ha vuelto a ser la misma, desde la desaparición de su hijo se tuvo que dividir en dos personas, la madre que atendió a su otra hija para que no le faltara sustento, cariño y cuidado; y la madre de un desaparecido a quien buscó en cárceles, comandancias de todas las corporaciones y que sigue exigiendo respuestas a las autoridades, mientras recuerda que el sueño de su hijo, se convirtió en su pesadilla diaria.
"Siempre quiso ser policía, siempre, a él le gustaba ser policía. Desde que él era chiquito decía que él iba a ser policía y pues desgraciadamente pasamos por esta circunstancia."
Julio Alberto forma parte de los 15 elementos de la policía municipal que desaparecieron en el lapso entre 2008 y 2012 en el contexto de una intensa guerra entre cárteles de la droga por el control del territorio y que las autoridades no han podido esclarecer los casos y menos dar con el paradero.