"Me he encontrado anillos, teléfonos, tables, relojes, aparatos telefónicos descompuestos, pero uno los arreglar de uno, puedo sacar piezas para otro y venderlos en unos 200 o 300 pesos y muchas de las veces la gente tira pantallas y uno las agarra y su botón de encendido y las tarjetas sirven para arreglar una u otra" externo.
Gracias a la recolección de esta basura electrónica; por día llega a obtener un ingreso de 700 pesos, y nada de lo que él recoge, desperdicia ya que se convierten en piezas de repuesto.
Sin embargo, no todos estos residuos son recolectados por las personas que se dedican a este oficio y desechos de aparatos electrodomésticos o electrónicos; entre ellos baterías que contienen níquel, cadmio o carbón pueden contaminar el medio ambiente y en su caso los mantos freáticos señalaron Miguel Garza, investigador ambientalista.
"Dependiendo del uso que se le dé de la calidad de la de la de la batería de la composición, química, puede durar horas o puede durar meses, ocurre una reacción dentro de la bateria y todos eso químicos llegan a exponerse".
El investigador señaló que aún no existen estudios reales sobre la contaminación generada "solo" por desechos electrónicos, pero aseguró que algunos componentes químicos pueden acabar con todo un ecosistema como sucede en el arroyo "Los Sabinos" de Jalisco.
"Ese rio se convierte en tributario del Santiago uno de los más contaminados a nivel nacional por cerca de mil sustancias químicas, es un ecosistema muerto, el olor es fétido, no se ve un cuerpo de agua, sano, no había oxígeno, no pueden vivir las plantas o los animales en una condición así".
Destacó que, en el tema de los delitos ambientales en nuestro país, raramente son sancionados principalmente por vacíos legales, conflicto de intereses, corrupción o tráfico de influencias.