Caso Mónica: La tortura como método de investigación

El caso de Mónica Esparza, una mujer torreonense que en 2013 fue detenida ilegalmente y torturada física, psicológica y sexualmente por policías de Torreón; y acusada de los delitos de secuestro y portación de armas de uso exclusivo del Ejército, es el ejemplo más claro de que las autoridades mexicanas siguen utilizando la tortura como método de investigación a pesar de que está expresamente prohibido, declaró su abogada, Gabriela Carreón.

"Sí, totalmente, y en el caso de Mónica eso fue todavía más evidente cuando se hizo la solicitud a la Fiscalía General de la República para que no hiciera una acusación porque pues esta acusación tenía como base todas las pruebas derivadas de todas las torturas y tortura sexual que sufrió Mónica y la Fiscalía de todos modos lo realizó." 

Este miércoles se llevó a cabo la audiencia de vista, la última de su proceso judicial. Esta audiencia se pospuso en enero y se reprogramó para este miércoles 12 de febrero, día en el que hace siete años fue detenida ilegalmente junto con su hermano y su pareja, quienes fueron sometidos a métodos de tortura para que confesaran los delitos por los que se les acusó posteriormente por la entonces Procuraduría General de la República.

Mónica, recluida en un Centro Federal de Readaptación Social, tuvo la oportunidad de dirigirse al juez a quien le pidió "...no justicia, ya que la justicia debió haber sido hace siete años, deteniendo a las personas que nos hicieron esto. A lo largo de siete años hoy solo le pido lo justo, y lo justo es la libertad ya que nuestra inocencia está plasmada en esos 17 tomos. Le pido dé el primer paso para la tranquilidad de mi familia y de nosotros." concluyó Mónica.

Ahora queda esperar que el juez emita una sentencia, ya sea condenatoria o absolutoria, resolución que puede darse en un par de días o meses.