El gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, informó este lunes que su administración mantendrá una política de contención de migrantes basada en la instalación de filtros en la principal ruta que utilizan y la prohibición a las líneas de autobús de venderles boletos para viajar a Acuña y Piedras Negras; sin que esto signifique atentar contra sus derechos fundamentales.
"El flujo migratorio extraordinario te provoca inseguridad, problemas de salud, intromisión del crimen organizado y sobre todo abuso contra los migrantes."
El mandatario evadió opinar sobre la falta de revisión que existen en otras entidades y de parte del Gobierno Federal para que lleguen sin contratiempos a Coahuila, pero dejó en claro que hay una estrategia para que el problema llegue a la entidad.
"¿Qué es lo que no me gusta? bueno pues que no vienen ellos porque se les ocurrió pasar por Piedras Negras y por Acuña, los mandan por Piedras Negras y por Acuña."
Hasta el momento, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado ha cuantificado la llegada de tres mil migrantes a la entidad, la mayoría de ellos provenientes de Venezuela, El Salvador y Nicaragua; en tanto se regresan vía aérea a entre 250 y 300 personas por semana por parte del Instituto Nacional de Migración.