La adopción continúa siendo, a la fecha, un proceso legal difícil de llevar para quienes desean incorporar un nuevo integrante a la familia.
De acuerdo con el INEGI, en México hay alrededor de 30 mil niños internados en casas hogar esperando a ser adoptados.
Lamentablemente, aun y cuando se estima que en el país hay cientos de personas y familias a la espera de poder adoptar, los datos disponibles arrojan que, de julio de 2016 a junio de 2021, el DIF nacional solamente aprobó 50 adopciones de 308 solicitudes.
La adopción, de acuerdo a lo que establece el sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, es un instrumento que busca velar por el interés de la niñez, integrando al menor a una familia que propicie su desarrollo y le brinde una infancia feliz
Pero cumplir con este propósito, es difícil.
De esta realidad dan cuenta los involucrados, pues el proceso conlleva una serie de trámites complejos y situaciones que suelen desencadenar respuestas emocionales de desaliento y frustración, como lo testimonia el siguiente caso:
"Como ya tienes una hija biológica, ya no te van a dar un niño en adopción; Y ahi empecé a desmoronarme emocionalmente, no supe a dónde ir, a dónde acercarme y eso es lo que me hace desistir".
Además, cabe mencionar que adoptar toma una cantidad de tiempo considerable, que por lo general no es menor a un año de espera:
En el caso de la Casa Cuna de la Laguna, Claudia Rodríguez, subdirectora de la asociación civil, expuso que a quienes desean adoptar se les ofrece toda la ayuda necesaria, en conjunto con la Procuraduría para los Niños, Niñas y la Familia (Pronnif), aunque se les pide paciencia pues existe una lista de espera y deben ser certificados como idóneos.
No obstante, reconoce que a diferencia de años atrás, la parte gubernamental, ha avanzado en agilizar los trámites, facilitando la adopción de los bebés:
"En el caso de nosotros, de Casa Cuna de la Laguna, sí, ya son tramites que antes eran muy tardados, hoy llegan a ser de un año, entonces quiere decir, para una adopción plena, un año es muy poco el tiempo, nos han apoyado mucho las autoridades".
Con tantos menores que necesitan un hogar y familias dispuestas a adoptarles, los procesos de adopción legalmente concluidos y consumados son muy pocos y es claro que, sin poner en riesgo el bienestar y futuro de los niños, niñas y adolescentes, México requiere que se revisen los procedimientos y tiempos con un cariz mucho más humanitario.