Coahuila se ha convertido en los últimos cinco años en la ruta migratoria más segura para llegar a la frontera con los Estados Unidos lo cual implica un reto y esfuerzo mayor para las autoridades ponderar entre los derechos de los residentes que exigen seguridad y servicios público de calidad, y garantizar el respeto a los derechos fundamentales de las personas extranjeras que buscan mejores condiciones de vida, declaró la directora de la Academia Interamericana de Derechos Humanos en Coahuila, Irene Spigno.
La doctora en Derechos Humanos señaló que la llegada masiva de migrantes no debe ser un tema de preocupación para residentes y autoridades sí se cuentan y aplican las políticas internacionales que velan por los derechos de la población en tránsito, además de que existen las condiciones para que los migrantes puedan residir en la entidad, aunque hacen falta módulos apropiados para verificar o solicitar un modificación a su estatus legal.
De tres mil migrantes que habían llegado a Coahuila la semana pasada, la cifra se elevo a entre tres mil 500 y tres mil 800 migrantes según la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
"Las personas que sí tienen las condiciones para quedarse aquí, muchas reciben la condición de refugiado que es lo que implica tener toda una serie de derechos aquí en términos de vivienda, trabajo, salud."