Aunque la afluencia a la Casa de Día del Migrante "Jesús Torres" se advierte mínima durante los días recientes, Concepción Martínez, coordinadora de dicho espacio, dio a conocer que ello es resultado de las medidas aplicadas por el Instituto Nacional de Migración, acerca de las cuales alertó que están dividiendo a muchas familias y afectando de forma severa el estado mental y emocional a los migrantes.
Expuso que no se trata de que haya parado la oleada migratoria, sino que los trenes no han arrancado su viaje de ciudades como Irapuato hacia el norte del país, pero dijo que se están violentando los derechos humanos de los migrantes, al impedirles avanzar hacia su destino con medidas dilatorias, traslados obligatorios hacia estados del sur y un creciente rechazo y maltrato, según relatan los afectados.
En consecuencia, dijo, en Torreón y el resto de la Laguna permanecen varados muchos migrantes a la espera de que les alcancen los familiares de los que les separaron, lo que les coloca en condiciones de mayor vulnerabilidad económica y física, además de estar expuestos a abusos de parte de delincuentes y personas que les despojan de sus cosas.