A pesar de que las autoridades de Torreón han respondido con severidad ante los actos de violencia que se han registrado en actos masivos deportivos y de entretenimiento, siguen propiciando que éstos sean vulnerables al permitir que los empresarios escatimen recursos en la seguridad que contratan.
En 2015, tras la irrupción de un aficionado del Santos Laguna a la cancha del Estadio Corona para agredir al árbitro del encuentro contra el equipo del Puebla, el Cabildo de Torreón decidió modificar el Reglamento del Bando de Policía y Buen Gobierno para elevar de mil 600 a 12 mil 500 pesos a quien invada un terreno deportivo o el escenario de un concierto o espectáculo; además de que se detendría a la persona por 36 horas sin goce de fianza.
Aunque en el Reglamento de Protección Civil de Torreón estipula que el empresario, promotor o encargado de un evento masivos debe presentar un programa de protección civil acorde a la capacidad de la actividad para obtener el permiso para su realización, el reglamento no indica con cuántos elementos de seguridad debe contar o la preparación que éstos deben de poseer.
"Pero si hay una situación de riesgo, cómo le vas a pagar una mínima cantidad por un servicio. Está tu nombre, está tu logotipo que está trabajando ahí. Pero a veces los empresarios no ven eso por los costos.", comentó Jaime Del Prado, propietario de una empresa de seguridad privada.
Jaime del Prado estimó que un 50 por ciento del personal de seguridad privada realmente está capacitado para neutralizar amenazas en actos masivos, pero en conciertos o encuentros deportivos, se contratan a personal sin preparación que por cinco o seis horas aceptan 100 o 200 pesos por limitarse a ser acto de presencia a veces sin comer o beber agua.
Hasta antes de la pandemia el promedio de conciertos, eventos deportivos y otros actos masivos oscilaba entre 2 y 4 semanalmente con una derrama económica de hasta 40 millones de pesos; sin embargo, hay poco interés en cuánto se invierte realmente para la seguridad de esos eventos, pues si bien las autoridades auxilian en la vigilancia de cada uno de ellos, es imposible dar cobertura total y mantener las actividades de prevención en el resto de la ciudad.