La discriminación por el color de piel es un tema que data desde la conquista de América y que ha quedado marcada de generación en generación ya que en muchos casos, desde el seno familiar puede existir una desigualdad por no ser del mismo color de piel.
" Cuando tu vives en un ambiente, donde son rubios o a lo mejor blancos, pero de repente aparece el morenito, es como que es el frijolito negro en el arroz, marcan la diferencia como el cuento del patito feo" refirió el psicólogo, Gonzalo Mesta.
Sin embargo, lo que se aprende en casa se refleja fuera del núcleo familiar y esta clasificación de color de piel puede repercutir en la autoestima de las personas un ejemplo de ello es el bullying hacia adolescentes que se encuentran en etapa escolar.
" En cuestiones de estima, amor propio, es ahí donde pega. Genera un problema a la salud mental, en la seguridad y en la confianza" destacó
El especialista explicó que se han creado connotaciones incorrectas sobre todo en áreas de mercadotecnia o publicidad en las que se ha etiquetado o se busca imponer como belleza perfecta personas blancas o rubias, destacando que erróneamente la piel morena se socializa con la pobreza o incluso con la suciedad.