A causa del trato negligente de un médico de la clínica 71 del Seguro Social, Gabriela Pérez de 48 años no puede trabajar, pues el cirujano se negó a operarla de una pequeña hernia de disco L5 s1, que la mantiene con dolor agudo todo el tiempo.
"Lo único que dijo fue no, usted no tiene hernia, usted lo que tiene es un pequeño desgaste y yo la voy a dar de alta para que se siga tratando en su ciudad."
Gabriela, originaria de Nuevo Casas Grandes Chihuahua, dejó su hogar y logró operarse en una clínica privada de Torreón, cirugía por la que tuvo que pagar 220 mil pesos.
"Eso implicó perder mi casa, mis muebles y quedarme sin nada. Ahorita yo no tengo nada, nada me pertenece de aquí más que mi ropa."
Lamentablemente la cirugía no fue exitosa. Para sobrevivir ha tenido que seguir trabajando, pese a no poder sostenerse en pie; y las constantes incapacidades que pide le traen problemas con sus patrones.
Gabriela vive en una casa prestada en la colonia Villas San Antonio en Gómez Palacio, ya que no puede regresar a Chihuahua pues en su municipio el Seguro no cuenta con Clonazepam, Celebrex y otros medicamentos para el dolor, y sus hijas, todas mayores de edad no quieren venir a apoyarla.
"Ya vinieron ya conocieron y no les gusta. Les digo hazlo por mí para que no esté sola yo. Para que cuando tenga que ir al hospital llevar un brazo de quien detenerme."
Sola, aquejada por un intenso dolor y sin saber con quien recurrir, Gabriela busca quien la apoye para tramitar la pensión por discapacidad, pues al realizar el trámite supo que algunos de sus patrones jamás la dieron de alta y no cuenta con las semanas cotizadas requeridas.
El dolor y la angustia la han llevado a intentar quitarse la vida en cuatro ocasiones, pues desde hace seis años no sabe lo que es dormir más de una hora sin sufrimiento.