En el mes de mayo se cumplen 112 años de la matanza de más de 300 chinos en Torreón. Este acontecimiento fue producto de la xenofobia y racismo por parte de los revolucionarios y de la misma gente en 1911. Don Fermín Antonio Lee Chairez, de 92 años de edad es uno de los descendientes de un sobreviviente de esta tragedia: su padre, Huan Lee Quang quien vivió gracias a que su yerno lo escondió.
"Realmente fueron años muy difíciles sobre todo para los chinos porque había esa animadversión por ellos tuvieron que abrirse paso como ayer era el lugar. Afortunadamente siempre lo distinguió sé que fueran gente trabajadora gente honesta.", detalló din Antonio Lee.
En 1930, la familia Lee Chairez tuvo que moverse a Chihuahua a rehacer su vida. Regresaron a La Laguna principios de 1950, cuando la ola de odio y violencia hacia los chinos cesó casi en su totalidad.
"Se redujo a una anécdota macabra los historiadores tradicionalmente hablaban nada más unas líneas del tema. Afirmaban la leyenda negra contra los chinos es decir decían los chinos atacaron a los revolucionarios y por eso los mataron lo cual fue totalmente falso", declaró Carlos Castañón, historiador de la Comarca Lagunera.
En el 2021, el gobierno mexicano pidió una disculpa pública por lo acontecido. La comunidad china de Torreón la aceptó.
"Afortunadamente la gente se da cuenta que somos todos humanos todos venimos de mismo origen. Somos hijos de Dios y todo debió bajo el mismo techo el techo es el mundo y ahora el universo, porque estamos conquistando el universo", añadió don Lee Chairez.
Actualmente, Don Antonio Lee Chairez calcula que hay dos mil personas descendientes de la comunidad china de hace más de un siglo. Hoy en día, el presidente de la comunidad china quiere reagrupar a su gente.
Si ustedes son descendientes, o conocen a alguno, pueden comunicarse o mandar un Whatsapp a Don Lee Chairez teléfono 87 12 27 37 33. O si no, acudir a Oficentro, en la dirección calzada Colón 495 sur, colonia Centro Torreón, entre avenida Carranza, enfrente de la Soriana Colón.
Parte de conocer la historia y preservar la memoria de este acontecimiento es precisamente para no volver a repetirlo.