En la actualidad, el consumo de alcohol en adolescentes y jóvenes se ha convertido en una práctica común, asociada con la diversión y la alegría. Sin embargo, según el especialista en salud pública, José Antonio Adame, esto es un concepto erróneo que puede tener graves consecuencias para la salud.
El consumo no moderado de alcohol no solo causa complicaciones físicas, sino que también afecta la salud mental de los jóvenes. "Hay mucha depresión, es un problema de salud pública y es un problema mental", asegura el especialista.
Explicó que el problema no solo radica en el consumo de alcohol en sí mismo, sino también en la falta de comunicación en el seno familiar. Muchas veces, los jóvenes recurren al alcohol como una forma de escape debido a problemas emocionales o problemas en el hogar.
Adame advierte que este fenómeno debe tratarse desde la raíz, y que las políticas públicas de prevención, incluyendo al sector educativo, son cruciales para abordar este problema de salud pública.