El centro histórico de esta ciudad, que en su momento fue un importante centro comercial y cultural, se encuentra hoy en un estado de abandono y deterioro.
En pleno Siglo XX, el centro histórico de Torreón era el alma de la ciudad. Los hoteles Salvador, Galicia, Río Nazas, Calvete, entre otros, daban al sector una apariencia europeizada que llamaba la atención de visitantes y personas locales. Hoy, aquellos edificios deslumbrantes dan pena. El desinterés por reactivar lo que un día brillaba es gigantesco.
"Los inversionistas tienen que pensar que el Centro Histórico es el corazón de un municipio y que no por estar en el centro no van a tener la misma capacidad de negocio que otros hoteles", dijo Jorge González, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Coahuila.
Una revisión realizada a través de las plataformas de transparencia indica que, tan sólo en los últimos 5 años, la Calzada Colón ha sido objeto de 15 remodelaciones y adecuaciones, con una inversión superior a los 18 millones 696 mil pesos, esto sin contar la ciclovía y la rehabilitación actual de las banquetas de toda la Calzada.
Sin embargo, la inversión no ha sido suficiente para reactivar el sector. Hoy, los edificios que dieron sentido e identidad a Torreón son sede de tiendas, zapaterías y mercerías de pocas montas.
"Mira el monto ahorita si terminamos la Colón en su totalidad sería alrededor de 50 millones de pesos, si lo hacemos inmediatamente todo de un golpe, pero podemos ir trabajando por etapas, revisando la peatonalización", dijo Adolfo Von Bertrab, director de Obras Públicas de Torreón.
El Centro histórico no forma parte prioritaria de la agenda de gobierno de Román Alberto Cepeda. En administraciones pasadas, particularmente la de Miguel Riquelme como alcalde de Torreón, se hicieron obras, pero éstas tampoco reconstruyeron la vida de lo que un día fue el motor de una ciudad modelo.
"Muchas tiendas comerciales de pequeña escala, por no decir el nombre, en otras ciudades coloniales se adecuan totalmente a los reglamentos de la autoridad para respetar una identidad", dijo Jorge Guerrero Cervantes, arquitecto.
Hoy el centro es un recuerdo para muchos. La vida está en el norte, en el oriente. Dicen que uno nunca debe olvidar de dónde vino para saber hacia dónde va, sin embargo, en Torreón los funcionarios dejaron, en el pasado, la raíz de una ciudad que, poco a poco, va perdiendo su identidad.