Hace 115 años Torreón fue elevada al rango de ciudad, gracias al desarrollo que trajo consigo el tendido de las vías del Ferrocarril. En principio, narra el historiador Carlos Castañón, la idea era que el ferrocarril cruzara por Durango donde entonces solo prosperaba Ciudad Lerdo, cuyos habitantes y Gobierno rechazaron el proyecto.
"Porque eso significaba mucho ruido, mucho estruendo, iba a romper la tranquilidad del pueblo en ese momento."
Pero para que la estación Santa Rosa tuviera pasó hacia los Estados Unidos, la señora Luisa Ibarra, viuda de Zuloaga, uno de los más importantes hacendados de Coahuila, donó las tierras.
"Si ella no dona, el ferrocarril hubiera pasado por otro lado y se desarrolla una ciudad distinta a Torreón."
La explosión demográfica y económica de Torreón fue impulsada por el asentamiento de comerciantes ingleses, árabes, alemanes, chinos y estadounidenses que explotaban los recursos de La Laguna como la lechuguilla y el algodón. Hoy aunque el ferrocarril perdió el auge de la época porfiriana, Torreón sigue siendo un punto estratégico para proyectos de logística internacional como el tren Mazatlán- Durango de Caxxor Group.
"La Comarca Lagunera va a ser nuevamente centro ferroviario hasta conectar a Canadá. Es decir, esto sería como una gran ruta económica internacional, que podría relanzarnos y relanzar el ferrocarril como un agente económico."
En cambio, Lerdo tiene una población seis veces menor y su economía se limita a las actividades agropecuarias y turísticas, pudiendo haber sido el centro de la Zona Metropolitana de La Laguna.