Durante el mes de agosto la planta de MUR en Gómez Palacio detuvo sus labores debido a que quedó en quiebra, y actualmente sus trabajadores siguen luchando por recibir sus salarios caídos desde un mes antes.
Los 120 empleados, luego de que se venciera el plazo de pago, decidieron juntar firmas para poder embargar la maquinaria, cambiar el nombre del propietario, venderlo y poder cubrir el adeudo de los sueldos.
Manuel Cruz Torres, uno de los afectados, aseguró que no han recibido respuesta por parte de los directivos de la empresa, y que si llegan a acudir a las instalaciones lo hacen en el horario donde ya está a punto de cerrar la junta de conciliación y les resulta imposible aceptar un depósito de pago, además de que al día siguiente ya no se presentan.
"Sabemos la situación de la empresa, que no tiene dinero para liquidar ni salarios ni nada, pero es a lo que vamos a llegar con la junta de conciliación, el vender máquinas para podernos liquidar", explicó el ex empleado.