Por lo menos en 30 eventos de exorcismos y oraciones de liberación ha participado David Reyes Vega quien es ex integrante de la Conferencia Nacional de Exorcistas y actual formador de ministros de la Eucaristía.
"Le pido a Dios e invoco y se burlaba (...) era algo verdaderamente tenebroso porque estaba dando la clase de Sagradas Escrituras todo el mundo se fue solo me quedé con otra persona (...) Ya cuando hago esta oración de liberación veo que se queda nuevamente callada la persona ya regresaste y vuelve otra vez la mirada y saca la lengua y me dice, te engañé y empieza otra vez a reírse", contó.
El también ex seminarista explica que la diferencia entre exorcismo y oración de liberación, radica en que, en el primero caso, lo practican sólo sacerdotes ordenados, quienes hablan con el demonio, le preguntan el motivo de la posesión y ordenan su salida en el nombre de Dios, mientras que en las oraciones participan también laicos, no se interactúan con los espíritus malignos, y se pide a la deidad su expulsión.
A nivel mundial existe la Asociación Internacional de Exorcistas que cuenta con 900 sacerdotes capacitados, 100 de ellos de países de lengua española y 130 auxiliares, 25 de habla hispana. En México existe la Pastoral de Consolación de la Arquidiócesis Primada de México que cuenta con sacerdotes con preparación en esta práctica.
En la Diócesis de Torreón no existe Monasterio de Exorcismo, sin embargo, en la Arquidiócesis de Durango sí. Por cuestiones de salud, David Reyes no pudo ordenarse, no obstante durante su preparación fue parte de estos rituales en apoyo a un sacerdote, en México.
"Solo en estas 30 ocasiones son dos de las que yo puedo tener la certeza en el que había una posesión demoníaca según mi sistema de creencias, porque la persona empezó a decir cosas personales de los que estábamos alrededor sin conocerle especificando hora y lugar de nuestras faltas y de nuestros desagravios ante Dios, entonces en eso puedo decirlo".
Para realizar estos rituales es necesario contar previamente con una evaluación médica, sicológica y siquiátrica previa de la persona poseída, mientras que la preparación de quienes participan en el exorcismo o liberación incluye el ayuno y la oración constante, así como una vida en gracia, lo que permite hacerle frente a lo que sus ojos y oídos atestiguan.
"También en una de esas ocasiones vi que una persona vomitó algo arenoso con pedazos brillantes, así como si fueran vidrios, vi a otras personas como que comían o masticaban cucarachas, después se las volvían a sacar de la boca y no les había pasado absolutamente nada".
El exseminarista recomienda a quienes conocen algún caso de posible posesión, buscar la ayuda y orientación en su parroquia o grupo religioso para que sean las personas expertas quienes hagan la expulsión o liberación de la presencia demoníaca.