Una sociedad, dolida y con resentimientos se refleja en los índices delictivos; sobre todo cuando en el seno familiar se vivió escasez y faltas de oportunidades que en muchos casos inducen al mundo del narcomenudeo.
Dentro de su experiencia política y social; Cecilio Campos señaló que el empoderamiento es una necesidad psicológica que incita a los jóvenes a integrarse a las filas del crimen organizado.
"Yo recuerdo el testimonio de un militar que tuvo un enfrentamiento con uno de estos grupos y él se acercó a unos de los jóvenes que ya hacían postrados y le pregunto; ¿porque se metió en esto? y el joven antes de morir le contestó: que él quería tener el poder y trascender".
Un problema complejo, ya que considero que " el ser pobre, no quiere decir que te conviertas en delincuente" , pero tampoco " el ser rico asegura ser honesto".
Pero al enrolarse en decisiones delictivas, reiteró que en algunos casos la falta de recursos para la salud, preparación o estudios, puede generar la necesidad de un desarrollo personal, aún en este ámbito.