Faltan lugares para atender a niños autistas huérfanos

Ser madre o padre es difícil pues no existe un manual con los secretos para cuidar y criar a un niño, pero cuando los hijos son autistas, se vuelve un reto mayúsculo por el esfuerzo, dedicación y conocimiento que se requiere para atender las necesidades del menor. Por eso, uno de los temores de los padres de niños con autismo es que por cualquier acontecimiento lleguen a faltar, y dejen en la orfandad a sus hijos.

"Pero al no estar la mamá, ¿qué pasa? que el niño puede tener una crisis de frustración porque ahora ya no sé cómo decir que tengo hambre, tengo sueño. La persona que me entendía ya no está y ahí es donde podría venirse esto muy grave. Desde ir al baño, las mamás luego luego saben."

Tener una hija o un hijo autista provoca un cambio trascendental en la vida de una familia, pues los hermanos, abuelos, tíos y amigos muy cercanos tienen que conocer del tema para formar una red de apoyo para los niños y sus padres, ante la falta de espacios que puedan atender en un momento dado a menores y adultos con autismo en caso de la ausencia de los padres o que incluso sirvan también para permitir un descanso a las familias que suelen dejar de atender algunas necesidades para dedicarse de llenos a sus seres queridos con esta condición.

"En México lo hay, en Cuernavaca lo hay y es padrísimo porque los papás, que sí cuesta, pero también te atiende gente de calidad y por qué no en algún momento poder replicar algo aquí que hasta los papás puedan descansar hasta para irse a una boda los papás."

La Fundación Sonrisa Azul tiene un centro de formación de habilidades que atiende a 30 niños mensualmente y cuentan con una red de apoyo a padres a través de redes sociales donde se encuentran registrados más de 200 familias, pero señalan que el autismo es cada vez más frecuente y no existen instituciones para atender este trastorno, por lo que forman alianzas con los sistemas DIF para capacitar a las familias ante los retos que representa tener un hijo autista.