La gran mayoría de los hogares más modestos de Francia se han visto obligados a recortar sus gastos en alimentación y un 42 % suprimió incluso una de las comidas diarias a causa de la inflación, según un estudio de estadísticas de precariedad alimentaria publicado este sábado.
De acuerdo a la consultora Ifop, que preguntó a primeros de marzo a algo más de un millar de franceses que cobran el salario mínimo interprofesional (MIL 353 euros netos por 35 horas semanales), la inflación no solo obligó a los franceses a recortar en gastos de ocio o superfluos, sino que las necesidades alimentación fueron también muy difíciles de cubrir para los hogares de menos ingresos.
Un 79 % de los consultados, según los datos de Ifop desvelados este sábado por el diario Le Parisien, declaró haber reducido sus compras en alimentación.
Algo más de la mitad de la muestra (53 %) indicó haber reducido sus porciones y un 42 % aseguró incluso haber suprimido una comida, como el desayuno o la cena.
El estudio apunta, además, que uno de cada dos encuestados afirma que compra menos frutas y verduras por culpa de la inflación, a pesar de los posibles efectos perjudiciales para su salud.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INSEE) francés, la tasa de inflación en Francia se redujo al 5,6 % en marzo, 1,3 puntos menos que en febrero y un mínimo que no se había dado desde septiembre de 2022, cuando también se situó en el 5,6 %.
Los alimentos, sin embargo, siguieron acelerando su encarecimiento en marzo, hasta el 15,8 %, frente al 14,8 % el mes anterior. Eso se debió tanto por los productos frescos (del 15 % en febrero al 16,6 % en marzo) como por el resto de los alimentos (del 14,8 % al 15,6 %). EFE