La actriz que ahora es madre primeriza de su bebé de 6 meses ha revelado en la revista Vogue que antes de convertirse en mamá sufrió de dos abortos espontáneos.
La ganadora del Oscar en 2013 confesó que su primer aborto lo sufrió cuando estaba despegando en la industria del cine, por lo que en ese momento decidió interrumpir con su embarazo. Pero antes de poder realizarlo sufrió de un aborto espontáneo.
La segunda ocasión fue en 2020, durante el rodaje de la película de Netflix No mires arriba. En la entrevista la intérprete cuenta que entonces sí quería seguir adelante con el embarazo, pero que perdió al bebé, y que tuvo que someterse a una operación para extraer parte del tejido del útero.
En la misma entrevista, dijo por primera vez públicamente el sexo y el nombre de su bebé: un niño llamado Cy en honor a uno de los pintores favoritos de su marido, Cooke Maroney, el pintor estadounidense de la posguerra, Cy Twombly.
Aunque la actriz no ha dado más detalles sobre cómo es su hijo, sí se ha centrado en explicar las preocupaciones que afronta tras su reciente maternidad. "Mi pequeño va a crecer y tendrá que ir al colegio algún día. Las armas son la causa número uno de muerte en niños en Estados Unidos. Y la gente sigue votando a políticos que reciben dinero de la Asociación Nacional del Rifle. Me explota la cabeza", comenta.
Otro de los temores de Lawrence durante su embarazo fue hablar públicamente sobre ello: "Da miedo, pero solo porque es diferente en cada cuerpo. Si decía: ?Es maravilloso desde el principio?, la gente pensaría que, en su caso, no lo fue y se pondrían tristes".
La mañana siguiente de dar a luz, sentí que toda mi vida comenzaba otra vez, que era el primer día de mi nueva vida", rememora. Su primer hijo le ha cambiado la forma de amar, incluso a su marido: "Mi corazón se ha expandido a una capacidad que no conocía".