Durante dos años y tres meses Aitana Lozano fue víctima de violencia familiar por parte de su pareja quien abusó de ella física, sexual y mentalmente, obligando a Aitana a salir del país en dos ocasiones, fue tal el grado de maltrato de parte de su ex pareja que este año llegó a privarla de su libertad.
"El ocho de febrero me privó de mi libertad y me violentaba de muchas maneras. El 19 de junio pude escapar de él; y de ahí se vino amenazas, agresiones a mi propiedad, a mi misma. Era un infierno."
Fue entonces que Aitana acudió al Centro de Justicia y Empoderamiento para la Mujer para presentar una denuncia y recibir apoyo. La Fiscalía General de Justicia del Estado le recomendó internarse un un refugio para mujeres para prevenir ataques de su ex pareja, mientras las autoridades continuaban con la integración de la carpeta de investigación para pedir la judicialización del caso.
Fue hasta hace 15 días que la Fiscalía obtuvo la orden de aprehensión y el supuesto agresor fue presentado ante un juez de control, que pese a la petición de la víctima, la Fiscalía en base a los elementos que demostraban la violencia que ejerció el acusado, decidió vincularlo a proceso, pero sin prisión preventiva.
"Pero extrañamente el juez Abel Agustín, no sé sus apellidos, decidió dejarlo libre. Para mí es como si me desprotegiera porque le dio las ordenes cautelares menos intrusivas. Él podía estar a cinco calles de mi casa, yendo a firmar una vez a la semana y no podía salir de Torreón."
Para Aitana no hay condiciones para que su agresor sea obligado a cumplir las medidas cautelares, por lo que al estar en libertad ella se siente en riesgo y teme ser víctima de feminicidio por lo que llamó al gobernador Miguel Riquelme y al Magistrado Presidente del Poder Judicial, Miguel Mery que revisen su caso y se orden prisión preventiva contra su presunto agresor.