Coahuila: Un desierto literario en medio de la era digital
El día de las librerías, una fecha que otrora celebraba el amor por los libros y la lectura, se desvanece en el olvido. En Coahuila, la pasión por las páginas impresas parece estar en declive, dejando un panorama desolador para los amantes de la literatura.
Según datos del INEGI, el número de lectores en México ha disminuido considerablemente en los últimos años. Mientras en 2015 el 84.2% de la población se consideraba lectora, en la última encuesta esta cifra se redujo al 69.6%. La situación en Coahuila es aún más preocupante, con un promedio de lectura inferior a un libro por persona al año, muy por debajo de la media nacional.
¿A qué se debe esta alarmante disminución?
El sociólogo Germán Cravioto atribuye esta tendencia a los cambios en los hábitos de consumo y a la competencia de las redes sociales y otros medios de entretenimiento. "Las múltiples distracciones que se dan a través de redes sociales le compiten a la lectura", explica Cravioto.
Sin embargo, el presidente de la CANACO de Gómez Palacio, Luis Felipe del Rivero, sostiene una visión diferente. Según él, la gente sigue leyendo, pero ha migrado hacia los formatos digitales como los e-books y los audiolibros. "Se está apostando por los libros digitales", afirma Del Rivero.
A pesar de esta aparente contradicción, los datos duros respaldan la tendencia a la baja en la lectura tradicional. La disminución en el número de librerías y el aumento del analfabetismo funcional son señales claras de que algo no está funcionando.
El desafío de promover la lectura en Coahuila
La secretaria de cultura de Coahuila, Esther Quintana, reconoce la gravedad de la situación y señala que la entidad enfrenta un gran reto para fomentar el hábito de la lectura. La falta de acceso a libros físicos, especialmente en zonas rurales, es uno de los principales obstáculos.
"Detrás de ese promedio de 3.1 libros hay una persona que leyó un libro o medio libro y una persona una cantidad mucho mayor", señala Cravioto, enfatizando la desigualdad en los hábitos de lectura.
¿Cuál es el futuro de la lectura en Coahuila?
La pregunta que surge es si la lectura tradicional está condenada a desaparecer o si es posible revertir esta tendencia. Expertos y autoridades coinciden en la necesidad de implementar políticas públicas que promuevan la lectura desde la infancia, así como de fomentar la creación de espacios culturales y bibliotecas que sean atractivos para todos los públicos.
En un mundo cada vez más digital, la lectura sigue siendo una herramienta fundamental para el desarrollo personal y social. Preservar este hábito es un desafío que requiere el compromiso de todos los actores involucrados.
¿Será posible encender nuevamente la llama de la lectura en Coahuila? Solo el tiempo lo dirá.