Han pasado 25 años desde que lamentablemente Lady Di perdió la vida en un accidente automovilístico, y ni siquiera la muerte de la reina Isabel II ha podido superar el dolor de los británicos.
La muerte de la princesa Diana, en 1997, supuso uno de los mayores desafíos para la Corona. Tanto así que la reacción fría y distante de la reina Isabel estuvo a punto de romper el afecto de los británicos por su soberana, la reina Isabel II, quien falleció hoy 8 de septiembre.
Diana se diferenciaba de querer ser una persona ordinaria, la princesa del pueblo le llamaban, empatizó tanto con la sociedad que incluso sin tratar directamente con ella el pueblo la describía como bondadosa y humilde. Quiso ser una madre común para sus hijos participando en concursos del día de las madres, en el que tuvo que correr descalza, acción que no le pareció correcta a la familia real.
Diana protagonizó un baile con el actor John Travolta, del cual era fan. Los medios convirtieron este baile en el centro de atención. Pero a los ojos de la reina Isabel esto no fue bien visto. También hubo una noche en la cual Diana se disfrazó de hombre para reunirse con Freddie Mercury, vocalista de Queen, en un pub gay de Londres. A la reina tampoco le causó gracia este acto.
En una ocasión visitó un pabellón de SIDA para niños en Nueva York y, al enterarse de que muchos de los niños habían perdido a sus padres y no encontrarían hogares de acogida debido al estigma de entonces asociada con la enfermedad, Diana se acerca y abraza a un niño enfermo.
"Lo hizo de forma espontánea", dijo recientemente la Dra. Margaret Heagarty, directora de pediatría del Harlem Hospital, jubilada, a The New York Times. "Pero ella también hizo lo humano. Él tenía 5 o 6 años y ella simplemente lo levantó y lo abrazó".
Lady Di ya no está pero marco toda una nación y al mundo entero rompiendo los protocolos reales, y esto la hizo "más humana" fue su sencillez y sus actos lo que hicieron que el día que anunciaron su partida todo el mundo entrara en luto.