Ocho migrantes, seis de Honduras, un ecuatoriano y un mexicano proveniente de Chiapas llegaron a la Casa de Día para el Migrante Jesús Torres este fin de semana en busca de cobijas, alimento y un lugar para descansar antes de continuar su camino hacia los Estados Unidos.
Jesús, de 30 años, salió hace 18 días de San Pedro Sula, Honduras junto con dos mil personas; sin embargo el acoso de la Guardia Nacional fue mermando la caravana. Es la segunda vez que intenta cruzar y relata los obstáculos que ha enfrentado, en especial por parte de las autoridades mexicanas.
"Ya ahorita se mira, he venido viendo todo difícil ya cuando entra a las casas, yo ya había pasado aquí como dos, tres veces y anteriormente no nos están tratando ya en casa de migrantes como en Tierra Blanca, solo comida y vámonos de paso. Como dijo el Gobierno ?les vamos a dar esto y esto?, dijo una palabra y a la hora de la hora no cumplió. Los están echando y ya dijo no cero alimento, nada y a la hora de la hora pues como una burla, como un chantaje."
Don Raúl de 54 años intenta regresar a Estados Unidos por segunda vez. Su edad y las condiciones climáticas han convertido su travesía en la última oportunidad para trabajar en la Unión Americana y juntar el dinero para llevar una vida digna.
"Si Dios lo permite, porque primero es Dios sobre todas las cosas, llegar a Estados Unidos y trabajar. Yo creo que ahora que estoy viejo estoy viendo las cosas muy diferentes que cuando estaba jóvenes; y poder pasar y asegurar mi vejez porque los hijos uno los trae al mundo y los hijos no están dispuestos a mantenerlos a uno sino que uno tener algo aunque sea para sobrevivir, porque cada uno va con su carga."
En enero el número de migrantes que recibió el Centro de Día para Migrantes fue de 100 personas, casi tres veces más que en diciembre del año pasado y alrededor de 20 por ciento más que en enero de 2019.