La calidad del aire que respiramos en Torreón es un tema de especial importancia en lo que se refiere a salud y, de acuerdo con la Dirección General del Medio Ambiente, esta información ya se encuentra disponible.
La tarea en marcha es la socialización de estos datos, que la población sepa que puede acceder a ellos mediante una aplicación para móvil o navegando la página de dicha dependencia y dando click en la sección Calidad del Aire Torreón.
Al respecto, el investigador y ambientalista Francisco Valdés Perezgasga, expuso que, con este nuevo sistema en operación, ya se dice al ciudadano qué tipo de actividades puede realizar al aire libre, si se aconseja resguardarse en interiores e incluso se puede alertar sobre síntomas que pudieran requerir de atención médica.
En base al monitoreo ambiental, Valdés Perezgasga concluye que Torreón tiene muy mala calidad del aire y perfila lo que debe venir a continuación:
"Una vez que ya esté socializado y estemos conscientes de que es un aire que nos está matando, realmente, pues crear la presión para que estos cambien, para que cambien las políticas de movilidad, para que se promueva más que la gente camine y se transporte en bicicleta".
Y aunque insiste en que es el automóvil particular el factor más contaminante en la ciudad, reconoce que hay otros generadores de contaminación a los que se debe regular, entre ellos la industria y ciertas actividades comerciales, pero también la agricultura y la ganadería, éstos último lo más difícil.
Acerca de esto generadores de emisiones contaminantes, distintos al ciudadano y su responsabilidad individual en el uso del carro o del transporte público y la bicicleta, Susana Estens, nueva secretaria de Medio Ambiente en Coahuila, establece la complejidad de regular sus actividades debido a la competencia de cada nivel de gobierno, pues explica que al Gobierno Federal le tocan las grandes empresas. Al gobierno estatal le compete la emisión de empresas extractivas, mientras que al gobierno municipal le corresponde la regulación de negocios dedicados al comercio y servicios.
Según estas áreas de competencia, toca pues a dependencias claramente identificadas cumplir con su deber y estar al tanto de los resultados del monitoreo ambiental y la calidad del aire para tomar medidas y dictar acciones a quienes generan contaminantes:
"Y si bien, ellas son las que lo regulan, pues al final del día los afectados somos los de la población, entonces debe haber un buen vínculo para tener suficiente información sobre las medidas que se hacen en las empresas para disminuir y tener la contaminación dentro de los parámetros que marca la Ley".
Para el ambientalista, Francisco Valdés, todo está claro: la mala calidad del aire tiene muchos factores y muchos villanos y ya es hora de que todos nos metamos a arreglar eso. En conclusión, es imperioso contar con mayor participación social, sí, pero también urge mayor rigor de las autoridades para contener un problema que ya no sólo se percibe de manera subjetiva, sino que está plenamente identificado y sujeto a medición.