Marihuana y violencia no necesariamente comulgan

La relación que guardan algunas sociedades extranjeras con el consumo de la marihuana es positiva, pues la regulación de su producción, procesamiento y comercialización ha desvinculado a esta planta del desarrollo de conductas delictivas.

Luis Joel Cantú, ingeniero Agrónomo en Irrigación con maestría en Hidroinformática por el Instituto de Educación del Agua de la Unesco en Holanda, relató que en aquél país donde la producción y el consumo de la marihuana es legal se presenta una baja incidencia delictiva, y de los delitos que se cometen casi ninguno se relaciona con esta droga.

"Allá la percepción de inseguridad es mínima, las notas de inseguridad son muy pocas o conflictos entre porras de equipos de fútbol; realmente no eran notas de que una persona bajo la influencia de la marihuana chocó, nunca se dio." 

Detalló que los principales consumidores son los turistas y existe una gran variedad de presentaciones de la marihuana. El precio de un cigarro ya preparado para su venta oscila en los cinco euros, es decir, más de 100 pesos mexicanos.

En cuanto a la producción, el catedrático de la Universidad La Salle Laguna, dijo que la planta requiere para generar un kilogramo de marihuana para consumo 20 litros de agua por planta, mientras que para producir un litro de leche se requieren 100 litros.

"De hecho es uno de los puntos que a veces ponen en favor de la legalización de la marihuana. Ahorita, de manera ilegal, hay muchos cultivos en la selva, en el sur del país que están utilizando agua de un río de algún lugar cercano y están desperdiciando mucha agua, y si se legaliza la marihuana se va a tecnificar la producción y eso sería un ahorro de los recursos, en este caso del agua." 

Cantú dijo que para la producción de esta planta se tendría que utilizar iluminación artificial especial, herramienta que actualmente no se utiliza con frecuencia en el campo mexicano. Finalmente, señaló que la mentalidad abierta y la visión de oportunidad por parte de las autoridades holandesas, fueron factores para que la marihuana en aquél país fuera un producto que se comercializara de igual forma que el alcohol o el tabaco.