Lo que parecía ser un día tranquilo terminó en tragedia. Un hombre murió en Australia tras ser mutilado por un gran tiburón blanco de entre cuatro y cinco metros de largo. Testigos aseguran haber escuchado los gritos ensordecedores de la víctima.
Un video difundido en redes sociales muestra a los pescadores observando impotentes cómo el nadador fue atacado por el animal en la playa de Little Bay Beach, en Sidney. Un testigo describió cómo vio al tiburón "tragarse partes del cuerpo" después de partirlo en dos y luego verlo salir del agua.
Si bien se registran ataques fatales de tiburones en Australia todos los años, este fue el primero en producirse en Sidney desde 1963.
Después de que sonó la alarma, se enviaron helicópteros de rescate y salvavidas en motos acuáticas en busca del nadador. También se ordenó a los bañistas que salieran del agua.
Los restos del hombre atacado fueron encontrados en el agua poco tiempo después, dijo la policía del estado de Nueva Gales del Sur.
También se recuperaron partes de un traje de neopren. "Las imágenes muestran claramente medio cuerpo siendo tomado por un tiburón", dijo un oficial de policía.
La policía de Nueva Gales del Sur dijo en un comunicado: "Se está llevando a cabo una investigación sobre la muerte del nadador. Little Bay Beach está cerrada mientras los oficiales continúan buscando en el área". Hasta el momento, no se ofreció ninguna información sobre la identidad de la víctima.
Cuatro equipos de ambulancias y un helicóptero de rescate con un médico de cuidados intensivos y un paramédico a bordo acudieron al lugar. "Desafortunadamente, esta persona había sufrido lesiones catastróficas y no había mucho que los paramédicos pudieran hacer cuando llegamos", dijo el inspector de ambulancias de Nueva Gales del Sur, Lucky Phrachanh.
"Escuchamos un grito y nos dimos la vuelta, parecía que un automóvil había aterrizado en el agua, un gran chapoteo, luego el tiburón estaba mordiendo el cuerpo y había sangre por todas partes", expresó.
"Fue terrible. Estoy temblando. El tiburón no se detenía. Sigo vomitando. Solo bajó a nadar, disfrutando el día, pero ese tiburón le quitó la vida", mencionó.
El gobierno del estado de Nueva Gales del Sur ha gastado millones de dólares en tecnología en un intento por reducir los ataques de tiburones a lo largo de su costa en medio de la preocupación pública, desplegando redes en 51 playas, así como drones y estaciones de escucha de tiburones que pueden rastrear a los grandes tiburones blancos por satélite y enviar una alerta cuando uno es visto.
Las autoridades desplegaron drones para inspeccionar el océano y colocaron trampas para intentar atrapar al depredador.