El padre Pedro Pantoja nunca respondía los insultos, difamaciones y agresiones que recibía por defender a los miles de migrantes que cada año pasan por la ciudad de Saltillo en su búsqueda del sueño americano; sin embargo era un feroz defensor de esta comunidad y de las personas cuyos derechos eran vulnerados, mencionó el Director de la Casa del Migrante en Saltillo, Alberto Xicoténcatl.
"Pero cuando se trataba de una injusticia contra otra persona ahí no había nada que no levantara su irritación y su enojo y su exigencia de justicia. Esa era su gran enseñanza, hacia él muy poco exigente, pero por las demás personas dispuesto a dar la batalla."
El pasado 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante, falleció en la capital de Coahuila, el padre Pedro Pantoja, quien con vocación católica y convicción humana alzó la voz para denunciar el abuso contra migrantes por parte de autoridades y grupos de la delincuencia organizada en el norte de México.
"Los migrantes no son el problema, las personas migrantes son la consecuencia de un problema que es estructural. Esto siempre lo dijo el padre Pedro. Evidentemente el llamado es a no recordarlo solamente con efemérides y con tristeza; sino recordarlo en esa exigencia compartida de protección a las personas más pobres y vulnerables."
Xicoténcatl mencionó que el padre Pantoja no sólo será recordado por defender a migrantes, también por marchar a lado de trabajadores que exigían el respeto a su dignidad y pobres en las comunidades olvidadas de la periferia saltillense.