El flujo migratorio en 2021 se ha disparado con respecto al año anterior. Los efectos económicos que dejó la pandemia de la COVID-19 en Centroamérica han obligado a miles de personas migrantes a desplazarse a través de México, hacia Estados Unidos.
Tan sólo en el estado de Coahuila, la petición de albergue y asilo por parte de los viajeros se ha duplicado y, en algunos casos, hasta cuadruplicado. La esperanza de que sean bien recibidos en Norteamérica renació a partir de que Donald Trump dejó la presidencia de Estados Unidos.
Alberto Xicoténcatl, director de la Casa del Migrante de Saltillo, describió el motivo por el cual se ha disparado el flujo y cómo, una percepción equivocada, ha dejado varados a cientos de viajeros en las fronteras mexicanas.
"A esto le sumamos un muy mal entendimiento del discurso del presidente Biden, la gente tiene la idea de que ahora que salió Donald Trump de la presidencia, con Biden el ingreso prácticamente es automático, la gente piensa que va a ingresar de forma muy sencilla a Estados Unidos y que prácticamente las fronteras están abiertas".
La crisis económica en Centroamérica generada por las severas políticas de restricción, el paso de los huracanes dejó, a miles de personas, sin patrimonio, por lo que ya no tenían que hacer nada en sus países de origen.
"La gente que tenía poco, por ejemplo, una casa, como un pie de casa o, que de alguna forma iba mejorando su calidad de vida, pues lo perdieron todo y al mismo tiempo de los huracanes pues tenemos las consecuencias de la pandemia por covid".
Antes de la pandemia, la Casa del Migrante de Saltillo recibía entre 80 y 100 personas diarias en el albergue. Ahora, aún en tiempos pandémicos, pero con los contagios a la baja, el flujo es de hasta 150 personas. En la capital coahuilense, se han tenido que abrir otros cinco refugios para personas migrantes, ya que la cantidad de viajeros que llegan es elevada y, la tradicional casa, no puede llenar sus instalaciones a su máxima capacidad para evitar brotes de la COVID-19.