El Gobierno de Estados Unidos plantea deportar a algunas de las miles de personas haitianas que están varadas en la frontera del estado de Texas con el estado de Coahuila.
Producto de la grave crisis económica, política y social que se vive en la isla, agravada desde el asesinato de su presidente, Jovenel Möise, miles de personas haitianas están viajando hacia la frontera norte, particularmente a Ciudad Acuña, para buscar la posibilidad de conseguir una visa humanitaria para vivir y trabajar en Estados Unidos.
Por tal motivo, debajo del Puente Internacional que une a Del Río, Texas, con Ciudad Acuña, están varadas alrededor de 12 mil personas que cruzan una parte baja del Río Bravo y sólo regresan a territorio coahuilense para comprar alimentos e insumos de higiene.
La situación que se vive en Haití se agravó porque el pasado mes de agosto un terremoto sacudió a la isla y dejó sin vida a más de 2 mil personas, así como daños materiales y de infraestructura sin precedentes.
Las autoridades migratorias de México y Estados Unidos han comenzado a revisar a los pasajeros de autobuses de línea que van llegando a las ciudades fronterizas para checar el estatus migratorio de las personas que van a bordo y, en caso de no tener los permisos, los aseguran y los envían de regreso a sus países de origen.
Debajo del Puente Internacional, se pueden observar familias enteras, desde ancianos hasta niños, a la espera de que puedan ingresar a territorio norteamericano.
En Coahuila, por su parte, además de los retenes que implementó el Instituto Nacional de Migración, con ayuda de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, se está diseñando una estrategia para atender la emergencia.