Una investigación publicada por el diario Vanguardia destapó que en 15 años la CONAGUA destinó 370 millones de pesos para potabilizar el agua de la Comarca Lagunera.
El proyecto consistió en la construcción de 34 plantas, de las cuales 14 quedaron inconclusas y 16 simplemente no operaron. Por el proyecto fallido, el 70 por ciento del agua que consumen los laguneros rebasa los límites de arsénico y metales pesados que son nocivos para los seres humanos.
Para Conagua, el que el proyecto no haya funcionado fue responsabilidad de los organismos operadores de agua de los municipios laguneros, ya que no pudieron absorber los costos de operación de las plantas, así como el pago por el servicio de energía eléctrica para el correcto funcionamiento de la infraestructura.
Entre una y otra parte la responsabilidad no fue asumida. Por un lado, Conagua confirmó a través de una solicitud de transparencia que sí realizó las las transferencias a los municipios que serían los beneficiados, sin embargo, ya en arcas municipales, el dinero se disolvió y no hubo manera de poner en marcha el plan que, al igual que Agua Saludable para La Laguna, tenia el objetivo de dotar de líquido limpio a la población.