Descrito por su propietaria como un lugar mágico y único, que vale la pena conocer, el Aviario Lira, localizado al sur oriente de la ciudad, es un espacio que tras 22 años de historia ha adquirido categoría como un atractivo turístico que, a lo largo de todo el año, pero sobre todo en épocas vacacionales, visitan miles de habitantes de la región y gente procedente de otras partes del país y del extranjero.
Yolanda Lira narró que, derivado de un diagnóstico médico negativo sobre su condición física y sus deseos de procrear, recibió como obsequio un pavorreal vivo y un changuito de peluche, que marcaron lo que consideró una etapa de su vida en el que ambos regalos le sirvieron como terapia y fueron parte del milagro de poder tener dos hijos más y recuperar su salud.
Así, hizo de la colección y cuidado de aves y de pequeños primates, un proyecto de vida que tuvo impulso oficial cuando, siendo presidente municipal Miguel Ángel Riquelme, le alentó a abrir su aviario al público:
"Entonces decía: vale la pena darlo a conocer y, más que nada a escuelas, hacer recorridos educativos para que los maestros traigan a sus niños y así fomentarles una cultura para el cuidado de la fauna silvestre".
Expuso que el proyecto del aviario sigue ganando la preferencia de los laguneros, al grado que ya se le adjudicó un espacio en el Puerto Noas lo que le atrajo más visitas, además de que se tienen proyecto de crecimiento a corto plazo.