A pesar de que cada año en el marco del Día Mundial de la Salud Mental se hace hincapié en la necesidad de contar con mayor infraestructura para atender este aspecto de la salud en los laguneros, a la fecha siguen sin concretarse proyectos para que desde el sector público se pueda dar atención a la población que lo requiera.
Peor aún, pese a que el Covid-19, disparó los casos de ansiedad y estrés, tanto por el aislamiento como por la pérdida de familiares a causa de la enfermedad o la pérdida de trabajo o el estilo de vida previo a la pandemia, en los tres niveles de Gobierno no se ha impulsado una estrategia integral al respecto.
En el caso de Torreón la carencia de espacios especializados con psicólogos y psiquiatras para atender a la población vulnerable que no cuenta con acceso a servicios privados, se ve reflejado en las personas que deriva el Tribunal de Justicia Municipal a organismos de la sociedad civil.
Por semana el Tribunal canaliza a alrededor de 200 infractores al Centro de Integración Juvenil o al centro Vida Salud Mental A. C. para que sean atendidos por padecimientos de salud mental o adicciones que por falta de atención terminan en problemas de orden público como consumo de sustancias en la vía pública, intentos de lastimarse a sí mismos o peleas.