Tras sufrir secuelas por Covid, IMSS le da la espalda

A consecuencia del Covid-19, Laura, a quien llamaremos así para resguardar su verdadera identidad, sufrió un infarto cerebral isquémico que le paralizó todo el lado izquierdo y le impidió hablar. Sus familiares al percatarse del problema la llevaron al área de urgencia de la clínica 16 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Torreón; pero no recibió la atención que merecía.

 "Me dijeron que era una cuestión emocional, un bloqueo y me dieron de alta. Yo por mi cuenta fui a un hospital, me hice todos los estudios, una resonancia, ahí salió que era un infarto cerebral."

Luego del infarto y tras obtener un diagnóstico de un médico particular, acudió a su clínica de adscripción, la Unidad Médico Familiar, número 66, para comenzar un tratamiento que le permitiera recuperarse, pero nuevamente no recibió la atención que necesitaba.

 "Me dice que no hay pases, que no me pueden atender y todo ha estado costeado por mi cuenta y han sido estudios, han sido muchos estudios."

Entre consultas con neurólogos, tomografías, estudios de laboratorios y terapia muscular, Laura y su familia han gastado más de 30 mil pesos, que al ser derechohabiente del Seguro Social no debió desembolsar.

"Imagínate que son 300 pesos diarios de rehabilitación, el lunes gasté 5 mil pesos en estudios, 900 pesos en pastillas, de una pastilla nada más, que son 20 pastillas y que me tomo una en la mañana y una en la noche."

La actitud de Laura es positiva, el pronóstico de los médicos es que se recuperará al 100 por ciento; pero analiza entablar una demanda en contra del IMSS para que asuman el costo de su tratamiento.