La temporada navideña trae consigo el espíritu de dar y recibir, pero ¿qué sucede cuando el regalo es una vida? Mientras que la sorpresa de recibir un obsequio puede ser mágica, algunos expertos señalan que regalar mascotas durante las festividades puede generar más problemas que alegrías.
La médico veterinario Melissa del Río Hernández, del Centro Veterinario de Torreón, advierte sobre las consecuencias a largo plazo de regalar animales vivos. "Un perrito no va a ser un regalo como una Barbie, un carrito, es una responsabilidad que estamos hablando de 16 a 18 años y, en cuestión de un gatito hasta 23 años, que implica sus vacunas, sus desparasitaciones, sus paseos, el hecho de que se enferme, es el veterinario", destaca.
Del Río hace hincapié en que tener una mascota conlleva gastos significativos, y enfatiza la importancia de no regalar animales a niños pequeños que no pueden cuidar de sí mismos, menos aún de una mascota, responsabilidad que recae inevitablemente en los padres.
En México, las cifras revelan que 7 de cada 10 familias tienen algún tipo de mascota, siendo la mitad perros y el 20 por ciento gatos, según datos del INEGI. De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, tener mascotas implica un gasto anual de alrededor de 8,000 pesos para las familias mexicanas, considerando gastos únicos y periódicos.
Gastos mensuales por mascota:
Estos costos no incluyen otros gastos no generalizados pero comunes, como entrenamiento, cuidados y juguetes.
Una visita al refugio de Corazón Canino, operado por una asociación civil dedicada al bienestar animal, ofrece una visión de la realidad que enfrentan muchos animales. Cecilia Pérez Sandoval, voluntaria en el refugio, reconoce que regalar una mascota a un niño puede enseñarles a respetar y no maltratar a los animales, pero subraya que la responsabilidad recae en los adultos.
"La verdad, sí, tenemos mascotas que nos las han regresado", comenta Pérez Sandoval. "Pues, obviamente, de venir de una casita, de todos los días pues un abracito, o estar dentro de casa, con un suetercito calientito, y regresar al albergue pues sí lo vas afectando."
En resumen, regalar una mascota implica una responsabilidad personal y financiera que debe ser asumida de manera consciente, especialmente si esta responsabilidad se impone a otras personas o familias en un gesto de buena voluntad. La Navidad puede ser una época de alegría y amor, pero es esencial recordar que algunos regalos llevan consigo compromisos que trascienden la temporada festiva.