Desde muy temprana hora y pese a la esporádica lluvia, cientos de familias comenzaron a llegar a los panteones municipales para celebrar a sus fieles difuntos; con flores, mariachis, danzas y alimentos, este día fue dedicado a recordar las anécdotas y vivencias compartidas.
Inclusive muchas familias que viven fuera de la ciudad y del estado, se dieron tiempo para reunirse este día.
Fueron celebradas misas en memoria de los fieles difuntos y en el marco de estas, se exhortó a las familias a reflexionar lo que en vida se está haciendo.
Este día se veneró la vida después de la muerte, se recordaron los momentos que se vivieron junto a los familiares que se adelantaron al camino eterno; se dedicaron oraciones para el descanso de sus almas, y de paso, también se pidió por el descanso de aquellos difuntos cuyas tumbas no fueron visitadas.