El municipio de Tuxpan enfrenta una creciente crisis ambiental: la erosión acelerada de sus playas. Zonas como San Antonio y Barra Galindo son las más afectadas, donde el mar ha avanzado de forma alarmante, comprometiendo la biodiversidad, la infraestructura costera y las actividades económicas ligadas al litoral.
En los sectores turísticos, la pérdida de playa ha sido especialmente crítica. La línea costera se ha retraído hasta alcanzar vialidades principales, dificultando el acceso y generando preocupación entre residentes y prestadores de servicios, quienes ven amenazada su fuente de ingreso.
Expertos y autoridades locales han identificado múltiples causas de este deterioro ambiental: la construcción de infraestructura costera como espigones y la central termoeléctrica "Adolfo López Mateos", que han alterado el flujo natural de las corrientes; la pérdida de vegetación nativa por deforestación, que deja la costa desprotegida ante los embates del viento y el oleaje; y los efectos del cambio climático, que intensifican tormentas y elevan el nivel del mar.
Ante este panorama, se han impulsado acciones conjuntas entre los tres niveles de gobierno: campañas de limpieza masiva para retirar basura, así como residuos de lirio acuático y sargazo, además de un monitoreo continuo del proceso erosivo como medida preventiva.
Pese a la gravedad del problema, la recuperación es posible. La implementación de políticas ambientales sostenibles, junto con una participación comunitaria activa, podría revertir el daño y garantizar la conservación del patrimonio natural costero de Tuxpan para las futuras generaciones.