Una de las medidas sanitarias promovida por la Organización Mundial de la Salud para prevenir el COVID-19 es el lavado frecuente de manos y para muchos habitantes esto resulta un problema porque no cuentan con agua potable en sus viviendas, situación que agrava las condiciones de salud en medio de la pandemia. Al menos en la comunidad indígena de La Cantera, la población resiste a cubetazos, llevan el agua a sus hogares de algunas fuentes de abastecimiento públicas y si cuentan con dinero contratan pipas. Sin embargo, el almacenamiento del líquido por varios días propicia la aparición de otras enfermedades, explicó el epidemiólogo Agustín Rico.