Estudiantes de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Marista aplican sus conocimientos para desarrollar el IK-19, un ventilador para pacientes graves de COVID-19, necesario en Jalisco ante el desbasto de este equipo hospitalario.
"Es una máquina de asistencia de vida, la cual ayuda para el tratamiento del COVID-19 en etapas críticas, estas etapas son cuando el paciente ya no puede respirar, y lo que ayuda este respirador es a suministrar ese oxígeno, y las presiones necesarias, para que pueda sobrevivir; la principal problemática es que ya no hay abasto, y al no haber abasto incrementan mucho los precios, con nuestro prototipo lo que buscamos es que sea fácil de replicar, para que así baje el costo y podamos darle oportunidad de vivir a varias personas", explica Juan Uriel Nolasco García, estudiante de Ingeniería Aeroespacial.
Al equipo original de cuatro estudiantes se han sumado profesores, empresas locales de tecnología y profesionales de la salud como Diego del Ángel, quien explica que para que el prototipo llegue a los pacientes, requieren hacer modificaciones solicitadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, aprovechando las válvulas de oxígeno que hay en los hospitales.
"Cofepris, que es el ente regulatorio que se encarga de este tema en nuestro país, las especificaciones las puso un poquito más arriba; se aprovecha la toma de gases que hay en hospitales, que es aire y oxígeno, y ya con las válvulas que están programadas, y con el tratamiento que va asignando el doctor, se obtiene el tratamiento indicado para el paciente", indica el Ingeniero Biomédico.
El equipo participó en una convocatoria del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (COECYTJAL), que les aportó 800 mil pesos para terminar el prototipo, superar las pruebas de Cofepris y comenzar la fabricación.
"Terminarlo para obtener el registro sanitario, ellos también nos apoyan con las pruebas que requiere Cofepris, que de hecho se tienen que hacer en la Ciudad de México, y una vez pasando esto, ya teniendo el registro sanitario, podemos pensar en una producción en masa", comenta Diego del Ángel, quien aclara que el recurso de COECYTJAL no incluye la producción, sino sólo el diseño, por lo que en paralelo buscan empresas aliadas que podrían fabricar el IK-19 en cuanto el prototipo quede listo.
Personas interesadas en integrarse al equipo o aportar recursos para agilizar el avance de los trabajos, pueden participar a través de la campaña "Aire con Vida" en la página de internet de Fondify: www.fondify.org