Por muchos años se ha identificado a las colonias de la zona oriente de la ciudad de Colima con la mayor incidencia delictiva, y vecinos del Mirador de la Cumbre 1, así como las otras secciones: Mirador de la Cumbre 2, 3 y Gustavo Vázquez, confirman esta problemática. Generación tras generación y los índices delictivos no disminuyen, la descomposición social cada vez es mayor.
A decir de los habitantes de esta zona poblacional de la capital, aquí es complicado vivir, los espacios públicos como jardines y canchas deportivas, que en la mayoría de las ocasiones están en malas condiciones, se han convertido en los principales puntos de reunión de niños y adolescentes, que lejos de adoptar hábitos de convivencia y deportivos, conocen y conviven con los verdaderos delincuentes que asolan las calles de las mismas colonias.
Ni los mismos espacios culturales que se han construido desde hace años para fomentar la cultura y las artes, han alcanzado los resultados esperados en cuanto a prevención del delito, principalmente entre los más jóvenes.
Comerciantes de la zona aseguran que todos los días es de incertidumbre y preocupación, pues es casi seguro que en cualquier momento se pude cometer un robo o un acto delictivo mayor en su contra.
Se afirma que los hampones son de todas las edades, desde niñas y niños, adolescentes y adultos, quienes desafortunadamente muchos están ligados al consumo de drogas y saben quién y donde se vende.
Así también, la preocupación crece por las noches a la hora de cierre de negocios, ya que se quedan solos y las medidas de seguridad a veces son insuficientes. Si al día siguiente todo está tal y como se dejó el día anterior, para ellos es un respiro de alivio.
Durante las noches, los mismos comerciantes confirman que ya es difícil caminar por las calles de estas colonias y más para una mujer. Después de las 10 de la noche, aseguran, prácticamente nadie transita por las vialidades.