La fiestas, son algo más que un evento social que sirve para convivir, pues estás celebraciones representan un importante reactivo económico para diferentes sectores, entre ellos; el de los alimentos, del cual se desprende la venta de pollo, y es que de acuerdo a Adriana, quien se dedica a la venta de este producto, pese a que la contingecia sanitaria no ha impactado en la venta del diario, la ausencia de fiestas los fines de semana han reducido el consumo del pollo hasta en un 40%, perdiendo un aproximado de 6 mil pesos por día.
Sin embargo, el 60% restante que se genera por la venta del producto de lunes a viernes, les da lo suficiente para mantenerse estables, a esto se le agrega que ni la producción ni los costos han tenido variación, lo que permite que las familias compren su pollo a precios accesibles, por lo que Adriana señaló que lo más complicado en esta temporada ha sido el hacer que los clientes respeten las medidas de prevención, pues siguen incrédulos a esta pandemia.