El cierre de la mayor parte de los establecimientos en el centro comercial El Paseo, ha provocado que al menos una veintena de lavacoches y franeleros pierdan sus ingresos diarios por los servicios que ofrecían en el estacionamiento de la plaza, teniendo que recurrir a otros trabajos informales en la ciudad.
Eran un promedio de 45 personas que se desempeñaban, hasta antes de la pandemia, al exterior de ese centro comercial lavando o cuidando automóviles; sin embargo, el cierre de comercios y el freno a las actividades de ese lugar redujeron considerablemente sus ingresos, los cuales eran en promedio de entre 120 y 160 pesos por día.
Actualmente el tráfico hacia los supermercados de la zona y la afluencia de cuentahabientes en los bancos es lo que los ayuda a generar ganancias de menos de 100 pesos diarios.
Los pocos empleados en el estacionamiento de la plaza aseguran que se mantienen allí para no perder su lugar, con la esperanza de una mejora pronta en el panorama epidemiológico que permita la reanudación de las actividades cotidianas.
Al respecto de los robos en ese estacionamiento comercial que los vincula en la mayoría de los casos, los trabajadores dijeron que se encuentran autorizados e identificados por los administradores de la plaza, aunque son bandas las que se hacen pasar por cuidadores para cometer ilícitos con los vehículos generalmente.