14 por ciento de la población en Tuxtla Gutiérrez vive en zonas susceptibles a derrumbes y aunque la zona de mayor riesgo, históricamente ha sido la ladera sur, en la capital se han comenzado a agotar los espacios viables para la construcción, por ello, especialistas en geomática, advierten que la tendencia es la construcción vertical.
Fue la falta de ordenamiento vial, construcción de conjuntos habitacionales con materiales poco viables para la zona y falta de estudios de factibilidad, lo que ocasionaron que miles de viviendas fueran declaradas como pérdida total.