Dos años y medio han transcurrido desde que el servicio de transporte público conocido como "Conejobus" dejó de operar, mismo tiempo en que la Secretaría de Movilidad y Transporte implementó el "plan emergente provisional", el cual, todo parece indicar llegó para quedarse.
En total son 60 unidades tipo Urvan las que operan las rutas A y B (1 y 2), de oriente a poniente y de norte a sur de Tuxtla Gutiérrez, y aunque la dependencia de transporte ha dado a conocer las estrategias de modernización, han transcurrido 30 meses y éste no se ha visto.
En tanto, usuarios siguen demandando un mejor servicio, no sólo piden mayor seguridad, piden que las unidades que presten el servicio sean más grandes, toda vez que la demanda de usuarios es mucho mayor a la capacidad de vehículos.