Aunque cumplen una condena en prisión, más del 70 por ciento de la población penitenciaria sigue contribuyendo económicamente a sus familias.
Realizando diversos oficios como la carpintería y herrería, los internos realizan diversos productos como hamacas, sillas, cuadros, tallados en madera y artículos para el hogar los cuales son vendidos en las expo ventas y bazares penitenciarios de la entidad.